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domingo, 12 de diciembre de 2010

La vida dada

"Madre e hijo", Gustav Klimt

¡Qué hecho reluciente,
cada vida que emana!

Trocar de ambiente

y aún sin ser depositado
tener la certeza de ser amado.

Un único vuelo singular,

que del vientre a los brazos
diseña el reto de poder mamar.
Temerosa expulsión que una vez
conseguida ¡Provee la vida!

Milagro cotidiano, recurrente

que a pesar del agobio
como un hecho sabio
repite y repite la gente.

Más tarde el conjuro

Y la súplica sumisa
Guarnece en comunión

Buscando la premisa

Para que la vida siga

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